Errores comunes al aplicar base de maquillaje y cómo solucionarlos
Aplicar la base de maquillaje de manera correcta puede transformar todo tu look, pero es fácil cometer errores que pueden hacer que tu piel luzca menos radiante o que el maquillaje no dure tanto como quisieras. Como maquillista profesional, he visto cómo algunos de los errores más frecuentes pueden arruinar el acabado final, pero no te preocupes, ¡todo tiene solución!
Aquí te dejo los errores más comunes al aplicar base de maquillaje y cómo puedes corregirlos para obtener un acabado perfecto.
1. Elegir el tono de base incorrecto
Uno de los errores más comunes, y a veces más difíciles de evitar, es elegir un tono de base que no se ajusta a tu color de piel. Ya sea que se vea demasiado claro, oscuro o rosado, esto puede hacer que el maquillaje se vea artificial.
Solución:
Para encontrar el tono perfecto, siempre prueba la base en la zona de la mandíbula o el cuello, ya que es la parte que mejor refleja el tono de tu rostro. Asegúrate de difuminar bien la base para que no se note una línea marcada en la zona del cuello. Si no puedes probar la base antes de comprarla, utiliza muestras o busca opciones con tonos más universales que se adapten a varias tonalidades de piel.
2. Aplicar demasiada base
El exceso de base puede crear una capa pesada que se ve artificial y puede hacer que se acumulen parches o líneas finas, especialmente si tienes piel seca o poros visibles.
Solución:
Aplica la base en capas finas y construye cobertura según lo necesites. Usa una brocha, esponja o los dedos para difuminar bien la base, comenzando desde el centro del rostro hacia afuera. Recuerda que menos es más, y siempre puedes añadir más si necesitas cobertura adicional en ciertas áreas.
3. No preparar la piel correctamente
Un error clave es aplicar la base sobre la piel sin prepararla adecuadamente. Esto puede hacer que la base se asiente de forma irregular y resalte las imperfecciones.
Solución:
La preparación es esencial. Limpia bien tu rostro antes de aplicar cualquier producto y usa un tónico para equilibrar la piel. Aplica un buen hidratante según tu tipo de piel, ya sea para piel seca o grasa. No olvides el primer: un primer adecuado puede alisar la piel, reducir la apariencia de poros y ayudar a que la base se adhiera mejor.
4. No difuminar bien la base
Es fácil dejar marcas visibles de la base, especialmente si usas una brocha que no es la adecuada o si no difuminas lo suficiente. Esto puede dar como resultado un acabado desigual.
Solución:
Difumina bien la base, trabajando en pequeñas secciones del rostro. Si usas una brocha, asegúrate de usar movimientos circulares suaves para que la base se mezcle uniformemente con tu piel. Si prefieres una esponja, usa golpecitos (no deslizamientos) para integrar el producto. La esponja también puede ayudar a eliminar el exceso de producto si lo aplicaste en demasía.
5. Olvidar el cuello y el escote
Si aplicas base solo en el rostro y dejas el cuello sin maquillar, se notará una diferencia de color que puede hacer que el look se vea poco natural.
Solución:
Extiende la base hacia el cuello y el escote para crear una transición más suave. Si prefieres no maquillar todo el cuello, asegúrate de difuminar bien la base alrededor de la línea de la mandíbula. Unificar el tono de la piel entre el rostro y el cuello hará que el maquillaje se vea mucho más natural.
6. No fijar la base
Si no fijas la base con un polvo o un fijador de maquillaje, puedes encontrarte con que se mueve, se desvanece o se acumula en las líneas de expresión durante el día.
Solución:
Después de aplicar la base, usa un polvo translúcido para fijar la base, especialmente en zonas donde tiendes a producir más grasa, como la zona T (frente, nariz y mentón). Si prefieres un acabado más luminoso, puedes optar por un polvo con acabado satinado o un fijador en spray para sellar todo el maquillaje sin que pierda su frescura.
7. Usar una base incompatible con tu tipo de piel
No todas las bases son iguales, y algunas fórmulas pueden no ser adecuadas para tu tipo de piel, lo que puede causar que el maquillaje se vea opaco, grasoso o parchee.
Solución:
Asegúrate de elegir una base adecuada para tu tipo de piel.
- Si tienes piel grasa, busca bases oil-free o de acabado mate.
- Para piel seca, las bases hidratantes con acabados luminosos son ideales.
- Si tienes piel mixta, una base de cobertura media con acabado natural o semi-mate puede ser tu mejor opción.
Siempre verifica que la fórmula se adapte a tus necesidades y realce la textura de tu piel.
8. No corregir imperfecciones antes de la base
Algunas personas intentan cubrir imperfecciones como manchas, ojeras o rojeces directamente con base, lo que puede hacer que no se logre un acabado uniforme.
Solución:
Si tienes imperfecciones, usa un corrector correctivo antes de aplicar la base. Aplica el corrector en las áreas que quieres neutralizar y difumina bien. Luego, aplica la base sobre el resto del rostro. Esto no solo proporciona más cobertura, sino que también evita que la base se acumule sobre imperfecciones.
9. Aplicar la base sin considerar el ambiente
La luz natural o artificial puede afectar cómo se ve tu base una vez aplicada. Si maquillas en un lugar con luz tenue o sin suficiente luz, es posible que apliques más o menos producto del necesario.
Solución:
Siempre maquilla tu rostro en un lugar bien iluminado, preferiblemente con luz natural, para que puedas ver cómo se ve el maquillaje bajo diferentes condiciones de luz. Además, considera cómo se comportará tu base durante el día. Si tienes una jornada larga, es recomendable usar una base de larga duración.
La base de maquillaje es la base de todo el look, pero lograr un acabado impecable requiere de algunos trucos y cuidados. Si sigues estos consejos, podrás evitar los errores comunes y conseguir una piel perfectamente unificada y luminosa. Recuerda que cada tipo de piel es único, así que experimenta hasta encontrar la técnica y el producto que mejor se adapten a ti.
¿Tienes algún truco o pregunta sobre cómo aplicar base? ¡Déjalo en los comentarios y estaré encantada de ayudarte!